Donde están Enoc y Elías?
Muy a menudo se nos hace esta pregunta; “Ustedes son de las pocas organizaciones religiosas, las cuales enseñan que ninguno de los hijos de los hombres está gozando de inmortalidad en el cielo, sino que todos esperan en el dulce sueño de la muerte el turno de la resurrección. ¿Cómo se explica el caso de Enoc y de Elías? Pues una supuesta profetiza de los siglos pasados, dijo haber visto a estos dos personajes en el cielo, con un letrero en su frente que se leía VICTORIA. Vayamos a la única fuente de toda verdad; la Sagrada Escritura es el único documento que merece todo crédito y escudriñemos este controversial asunto.
Partiremos de este fundamental principio “Y nadie subió al cielo, sino el que descendió del cielo, el hijo del hombre que está en el cielo” Juan 3:13 Esto es claro y contundente, son palabras textuales de Jesús, ¡Nadie subió al Cielo! Jesucristo es el único ser que vino del cielo y se hizo carne y habitó entre los hombres, por treinta y tres años y medio, y Él nos da testimonio, y refiriéndose a la morada de Dios y sus ángeles, nos dice que ninguno de los hombres ha subido para estar allí gozando de inmortalidad.
Y en estos asuntos no hay excepciones. Esa ley reza así: “Está establecido a los hombres que mueran una sola vez, y después el juicio” Hebreos 9:27 Creemos firmemente que esta ley es inviolable, Cristo mismo la cumplió, Él murió y resucitó para transformarse en un ser glorificado e inmortal, solo así podía ascender al cielo. Jesús es el primero, es la primicia de los resucitados en gloria, antes de Él nadie resucitó para la inmortalidad, y después de Él nadie ha disfrutado de esta transformación. El apóstol Pablo explicó esto a los corintios diciéndoles “Por que así como en Adán todos mueren, también en Cristo todos serán vivificados, pero cada uno en su debido orden: Cristo, las primicias; luego los que son de Cristo en su venida” 1 Corintios 15: 22 – 23 A nadie se han llevado a la gloria en cuerpo y alma, ni a Enoc, ni a Elías, y ni a María como enseñan otros; es que en la ley de Dios está dicho “Que la carne y la sangre no pueden heredar el Reino de Dios, ni la corrupción hereda la incorrupción” 1 Corintios 15:50 y ya nos dijo Pablo el gran iluminado, que el único ser que ha sido transformado para la inmortalidad es Cristo, entonces Enoc y Elías, y cualquier otro, aun no han pasado por el proceso de la transformación. Tenemos que buscarlos entre aquellos que ya descendieron al polvo de la tierra y no en los que gozan de la inmortalidad, por que de los que han vivido en esta tierra, solo hay uno que murió y volvió a vivir “El Cristo Viviente” Todos los profetas de Dios, y todas la prominentes mujeres, están esperando el día de la resurrección; el maestro Jesús dijo: “No os maravilléis de esto, por que vendrá hora, cuando todos los que están en los sepulcros oirán su voz; y los que hicieron lo bueno, saldrán a resurrección de vida; mas los que hicieron lo malo, a resurrección de condenación” Juan 5:28 – 29 ¿Quién fue Enoc?
Fue un gran profeta antediluviano. Vivió una época de violencia y de persecuciones, de las cuales casi no se dice nada en la historia bíblica, pero sí podemos leer que: “A la vista de Dios, la tierra se había corrompido, y estaba llena de violencia. Miró Dios la tierra y vio que estaba corrompida, que la gente toda había corrompido su camino sobre la tierra” Génesis 6:11 y 12 Este fue el mundo que le tocó vivir a Enoc. Esta fue la cultura de los antediluvianos, violentos, rebelión contra Dios y sus principios y rebelión contra sus profetas, los que lucharon contra esa corrupción. La gota que rebalsó el vaso para que Dios descargara el diluvio, fue que su pueblo se dejó llevar por el pecado “los hombres empezaron a multiplicarse sobre la tierra, y les nacieron hijas, cuando los hijos de Dios vieron que las hijas de los hombres eran hermosas, tomaron por esposas las que mas les agradaban. Y dijo el Señor: mi espíritu no contenderá con el hombre para siempre, por que ciertamente él es carne. Así sus días serán ciento veinte años. En esos días habían gigantes en la tierra, después que se unieron los hijos de Dios a las hijas de los hombres y les engendraron hijos…” Génesis 6:1 – 4 Que tremendas angustias han de haber pasado los profetas de Dios en ese mundo antes del diluvio, al extremo que el mismo pueblo se fue tras la concupiscencia imperante de aquella sociedad. Enoc fue un brillante profeta que sostuvo la verdad de Dios en ese tiempo, y dice la historia sagrada “Después que nació Matusalén, Enoc anduvo con Dios trescientos años, y tuvo otros hijos e hijas. Así, todos los días de Enoc fueron trescientos sesenta y cinco años. Caminó, pues, Enoc con Dios, y desapareció, por que Dios se lo llevó.” Génesis 5:22 – 24 Estimado amigo ¿Para donde se lleva Dios a los hijos de Adán? En el versículo veintitrés de génesis 5 que ya leímos dice que los días de Enoc fueron trescientos sesenta y cinco años, el escritor describe la edad cronológica de Enoc bajo los términos de una persona que ya no existe entre los vivientes, no podemos decir así de Jesucristo, quien estuvo en la tierra y ahora goza de inmortalidad que sus días fueron treinta y tres años, en cambio a Enoc se registra que tuvo limite sus días. Enoc era el séptimo de la generación de Adán “de ellos también profetizó Enoc, séptimo desde Adán, cuando dijo: El Señor viene con sus santas decenas de millares.” Judas 1:14 ¿Y cual es el proceso para todos los hijos de Adán? ¿Habrá alguno entre ellos que haya nacido inmortal? ¡NO! Oiga lo que dice la palabra para los descendientes de Adán “Por que así como la muerte vino por un hombre, también por un Hombre vino la resurrección de los muertos. Porque así como en Adán todos mueren, así en Cristo todos serán vueltos a la vida” 1 Corintios 15:21 – 22 En Adán todos mueren, establece la palabra, y Enoc era séptimo en la generación de Adán ¿Por qué vamos a esperar que Enoc es un ser inmortal y que ahora está en el cielo, siendo que fue descendiente de Adán y ya hemos visto la sentencia para todos los hijos de los hombres? Pero ¿Por qué dice la escritura que Dios se lo llevó? ¿Qué quiere decir ese término “se lo llevó”? en ningún momento esta dando a entender que ya lo trasladó a la inmortalidad. No solo a Enoc, sino a todos los profetas y a todos los hombres comunes y corrientes que existieron antes, Dios se los llevó. Pablo dice: “Yo ya estoy para ser sacrificado. El tiempo de mi partida está cerca. He peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe” 2 Timoteo 4: 6 – 7 El tiempo de mi partida está cerca, decía Pablo, ¿Para donde iba? ¡No! No iba para el cielo. Pablo estaba conciente y así lo enseñaba, que hasta cuando Jesucristo viniera le iban a dar el premio de la inmortalidad, así lo escribe en el versículo 8 del Capítulo 4 de la 2da Carta a Timoteo “Por lo demás me está guardada la corona de justicia, que me dará el Señor, Juez justo, en aquel día. Y no solo a mi, sino también a todos los que aman su venida.” Pablo, al decir que su partida estaba cerca está indicando el viaje al sepulcro, donde vamos todos los terrestres, también David dijo “Cuando se acercaron los días de la muerte, ordenó a su hijo Salomón: Yo voy por el camino de toda la tierra. Esfuérzate y se varonil” 1 Reyes 2: 1 – 2 Nota Aclaratoria Ahora expliquemos dos versículos acerca de Enoc, que por la tendencia de la gente de pensar en ir al cielo, han sido distorsionados con exégesis completamente opuestas a la verdad. En la carta a los Hebreos, se nos dice de Enoc unas palabras muy importantes “Por la fe Enoc fue trasladado sin ver muerte, y no fue hallado, por que Dios lo trasladó y antes de ser trasladado, tuvo testimonio de haber agradado a Dios” Hebreos 11:5 ¿Cómo es eso que fue trasladado sin ver muerte? ¿Acaso es que no murió? No esta hablando propiamente de la muerte física de Enoc, si usted sigue leyendo los versículos siguientes hasta llegar al verso 13, aquí se menciona una lista de hombres importantes que caminaron con Dios, se nos habla del mismo Enoc, de Noé, de Abraham, de Isaac, de Jacob, y finalmente de Sara; pero en el versículo 13 dice que: “Todos estos murieron en la fe, sin haber recibido las promesas, mirándolas de lejos, saludándolas y confesando que eran peregrinos y forasteros en la tierra.” En esta lista está incluido Enoc y lo presenta como que murió. Que hayan trasladado a Enoc significa que lo pasaron a otro lugar por la situación imperante de los días antes del diluvio, los cuales dijimos que fueron tiempos conflictivos, un mundo violento, gente hostil, y los profetas antediluvianos de seguro fueron sometidos a tremendas persecuciones, y como es lo común en la historia del pueblo de Dios, el Señor ha escondido a sus profetas para que no los maten antes de tiempo. Fue justamente lo que hizo con Enoc, pasarlo para otro lugar y alejarlo de la muerte, pero como todos los profetas según el versículo 13, murieron en la fe sin recibir lo prometido. ¿Que es lo prometido? Pues LA VIDA ETERNA. Enoc sigue esperando como Abraham, Isaac, Jacob, y todos los hombres de Dios, el cumplimiento de la Vida Eterna, la cual lo obtendrán en la resurrección de los muertos.
El Arrebatamiento de Elías
El Arrebatamiento del profeta Elías también se ha vuelto controversial, los estudiosos de las sagradas escrituras ni siquiera han entendido como fue que Elías fue arrebatado y a que cielo lo levantaron. Es muy común oír a muchos predicadores decir que Elías fue arrebatado al cielo en un carro de fuego, mas no es así. En la escritura se lee “Mientras ellos seguían andando y conversando, de repente, un carro de fuego con caballos de fuego separó a los dos, y Elías subió al cielo en un torbellino” 2 Reyes 2:11 El texto es claro y preciso indicándonos que el carro con caballos de fuego solo los apartó y que en un torbellino Elías subió al cielo. Ahora lo que tenemos que investigar es si Elías fue llevado al cielo donde mora Dios.
¿Qué significa la palabra cielo? Es importante mantener en nuestra mente, que la palabra cielo no siempre identifica al lugar donde Dios mora, esta palabra sirve para identificar como mínimo a tres cielos. Miremos el primero “Y las puso Dios en la expansión de los cielos para alumbrar sobre la tierra” Génesis 1:17 Después que creó el sol y la luna, Dios los colocó en la expansión de los cielos, esto significa que a la expansión donde están los astros se le llama “Cielo”. Ahora veamos otro cielo “Entonces dijo Dios: Rebose el agua de seres vivientes, y haya aves que vuelen sobre la tierra en la expansión del cielo” Génesis 1:20 ¿Pero en que cielo vuelan las aves? No es donde está el sol y la luna, ellas vuelan en un cielo más abajo, donde está la atmósfera. Pero veamos un tercer cielo “Conozco a un hombre en Cristo, que hace catorce años (si en el cuerpo no lo se; si fuera del cuerpo, no lo se, Dios lo sabe) fue arrebatado hasta el tercer cielo” 2 Corintios 12:2 Pablo aquí nos menciona que fue arrebatado hasta el tercer cielo, pero nunca supo si en el cuerpo o fuera del cuerpo. De la consideración de esos tres versículos puede concluirse que existen tres cielos. El primero es donde vuelan las aves, el segundo es donde están los astros, y el tercero es donde está el paraíso de Dios,
No necesariamente significa que ese cielo donde fue levantado este profeta sea donde Dios habita, por que ya dijimos que Jesucristo vino de ese infinito lugar donde está la morada de Dios, y “él mismo dijo que nadie había subido allá” Juan 3:13. Si se lee este texto sin el más mínimo ánimo de alterarlo podemos entender, que la narración únicamente dice: Que Elías fue alzado en un torbellino al cielo, mas no dice que fue alzado al cielo donde esta el paraíso de Dios, decir eso, solo es un arreglo mental que al texto se le hace. Si fue alzado en un torbellino, entonces fue levantado al primer cielo donde están las aves, por que es allí donde hay viento, pues el verso no dice que fue arrebatado A LOS CIELOS. A estas alturas de tiempo, cualquier hombre puede subir a ese primer cielo. Continuamente vemos a los hombres en sus aeronaves desplazándose velozmente en esa primera expansión.
No solo Elías fue Arrebatado
En los tiempos pasados, era común y corriente que Dios hiciera eso con sus profetas, de trasladarlos de un lugar a otro, ya fuese por que los ocupara para cumplir una misión, o por alejarlos del peligro de muerte por la que a veces se miraban sometidos a causa de sus perseguidores; miremos algunos ejemplos: Recordemos el caso de Felipe, cuando estaba lo más intenso de la evangelización, Dios necesitaba que él viajara a varios lugares. Estando en Samaria le dijo que se trasladara para el desierto de Gaza, y que interceptara a un carro, Felipe cumplió la orden, le hizo parada al carro, allí evangelizó a un Etíope hasta que llegó al punto de bautizarlo, se encontraron con un oasis, el eunuco ordenó parar el carro y le pidió a Felipe que lo bautizara “Cuando subieron del agua, el Espíritu del Señor arrebató a Felipe; y el Eunuco no le vio mas, y siguió gozoso su camino. Pero Felipe se encontró en Azoto: y pasando, anunciaba el evangelio, en todas las ciudades, hasta que llegó a Cesarea” Hechos 8: 39 – 40 Dios arrebató a Felipe, y desde el punto del Oasis donde estaba bautizando al Eunuco, lo trasladó a las ciudad de Azoto a cumplir una misión de evangelista. Esto fue lo mismo que hizo con Enoc, de trasladarlo a otro lado, y lo mismo que hizo con Elías. También Jesucristo fue arrebatado por el espíritu “Entonces Jesús fue llevado por el espíritu al desierto” Mateo 4:1 El profeta Ezequiel, disfrutó también de la misma experiencia. Él lo describe así: “Y aquella figura extendió su mano, y me tomó por las guedejas de mi cabeza; y el espíritu me alzó entre el cielo y la tierra, y me llevó en visiones de Dios a Jerusalén, a la entrada de la puerta de adentro, que mira hacia el norte, donde estaba la habitación de la imagen del cielo, la que provoca a celos” Ezequiel 8:3 El Señor arrebató varias veces a Elías, al menos un hombre de Dios lo testifica. Cuando el profeta vaticinó que no iba haber lluvia durante tres años y medio Acab buscó a Elías por todos lados, comisiones tras comisiones mandó y nunca lo encontraron. Cuando Elías fue a mostrarse a Acab después de los tres años y medio de la sequía, primero se presentó a un siervo de este: “Y yendo Abdías por el camino se encontró con Elías. Al reconocerlo, se postró sobre su rostro y dijo ¿No eres tu mi señor Elías? Él respondió: Yo soy. Ve, di a tu amo: aquí está Elías. Pero él dijo: ¿En que he pecado, para que tú entregues a tu siervo en manos de Acab para que me mate? Vive el Señor tu Dios, que no hubo nación ni reino donde mi Señor no haya enviado a buscarte. Y cuando respondían: No esta aquí, hacía jurar a ese reino y a esa nación que en verdad no te habían hallado ¿Ahora tu dices: Ve, di a tu amo: aquí esta Elías? Acontecerá que cuando yo me haya ido de ti, el espíritu del Señor te llevará a donde yo no sepa. Y cuando yo de la noticia a Acab, y él no te halle, me matará. Tu siervo reverencia al Señor desde su juventud” 1 Reyes 18: 7 – 12 Este texto es muy claro, y nos enseña que el siervo Abdías tenía conocimiento que Dios arrebataba a Elías y lo llevaba lejos del alcance de cualquier humano. Los arrebatamientos eran comunes en ese tiempo, pero nadie pensaba que lo arrebataban para llevárselos a la gloria.
Es obvio que el profeta sabía que era un ser mortal, cuando Jezabel lo amenazó de muerte tuvo miedo y huyó al desierto “Elías se fue por el desierto un día de camino. Al llegar se sentó debajo de un enebro, y deseando morirse dijo: basta ya, Señor, quita mi vida que no soy mejor que mis padres 1 Reyes 19: 4 Él se consideraba que no era mejor que sus antepasados, no soportaba la carga de persecución de Jezabel, la que financiaba el culto de Baal. Elías se deprimió hasta la muerte y le puso a Dios su renuncia irrevocable como profeta, es que: “Elías era hombre sujeto a semejantes pasiones que nosotros, y oró con fervor que no lloviese, y no llovió sobre la tierra en tres años y seis meses” Santiago 5:17 Ese último arrebatamiento en el que fue alzado en un torbellino y no se supo más de Elías, sucedió después que el profeta había renunciado de estar al frente del ministerio de Dios. El Eterno comprendió la debilidad, el cansancio y el temor que agobiaba a Elías y le aceptó la renuncia “El Señor le dijo: vuélvete por tu camino, por el desierto de Damasco. Cuando llegues unge a Azahel por rey de Siria. Unge a Jehú, hijo de Nimsi, por rey sobre Israel. Y a Eliseo, hijo de Safat, de Abel Meula, ungirás para que sea profeta en tu lugar” 1 Reyes 19: 15 – 16 Este fue el último trabajo que Elías hizo como profeta de Dios, su sustituto fue Eliseo, claramente leímos “para que sea profeta en tu lugar”. Estando al mando Eliseo de la escuela de profetas, Elías fue arrebatado y esta vez ya no se volvió a saber nada de él. Pero Eliseo nunca pensó que lo habían transportado a la inmortalidad “Entonces Elías tomó su manto, lo dobló y golpeó el agua, que se aparto a uno y al otro lado, y los dos pasaron en seco. Cuando hubieron pasado, Elías dijo a Eliseo: pide lo quieras que haga por ti, antes que sea quitado de tu lado. Eliseo contestó: Te ruego que una doble porción de tu espíritu venga sobre mí. Él le dijo: cosa difícil has pedido. Sin embargo, si me ves cuando yo sea quitado de ti, así te será hecho. Sino, No. Mientras ellos seguían andando y conversando, de repente, un carro de fuego con caballos de fuego separó a los dos, y Elías subió al cielo en un torbellino. Al verlo Eliseo exclamó: ¡Padre mío, Padre mío! ¡Carro de Israel y gente de a caballos! Y Eliseo no lo vio más. Y trabando del vestido de Elías, los rompió en dos… Al verlo, los hijos de los profetas que estaban en Jericó, del otro lado, dijeron: El espíritu de Elías reposó sobre Eliseo. Vinieron a recibirlo, se inclinaron ante él y le dijeron: hay entre tus siervos cincuenta varones fuertes. Vayan ahora y busquen a tu señor. Quizá lo ha levantado el espíritu del Señor y lo ha echado en algún monte o en algún valle. Él les dijo: No enviéis. Pero ellos lo importunaron hasta que constreñido, les dijo: Enviad. Entonces enviaron a los cincuenta hombres, que lo buscaron durante tres días, y no lo hallaron. Cuando volvieron a él, que había quedado en Jericó, les dijo: ¿No os dije que no fueseis?” 2 Reyes 2: 8 – 18 En toda esta lectura se nos describe los supremos momentos, cuando Eliseo se separó de Elías para siempre. El profeta Eliseo miró a Elías justamente en el momento que el espíritu del Señor lo arrebató, y los otros profetas se dieron cuenta de lo sucedido, se propusieron irlo a buscar, Eliseo les dijo que no fueran, pero después accedió a la petición de ellos. En ningún momento Eliseo les dijo que Dios se lo había llevado a la gloria. Lo único que Eliseo si sabía, es que él era el sustituto de aquel hombre, de “el rayo de Dios” como le llamaban; de manera que ninguno tenía en su mente que Elías hubiese sido llevado a la inmortalidad. No lo volvieron a ver, ya no seguía siendo el profeta, recuerde que había renunciado, por que Jezabel lo quería matar. El autor de los hebreos hace mención de esos grandes hombres de Dios y dice: “Que unos fueron apedreados, aserrados, tentados, muertos a espada, anduvieron de acá para allá, cubiertos de pieles de ovejas y cabras; pobres, angustiados, maltratados. ¡Hombres de los cuales el mundo no era digno, errantes por los desiertos y por los montes, por cuevas y cavernas de la tierra” Hebreos 11: 37 – 38 Elías anduvo errante por el desierto y se tuvo que meter en una cueva, allí lo encontró Dios, triste y angustiado “Allí entró en una cueva, donde pasó la noche. Y el Señor vino a él, y le dijo: ¿Qué haces aquí Elías? El respondió: sentí un vivo celo por el Señor Dios todo poderoso, por que los israelitas han dejado tu pacto, han derribado tus altares, y han matado a tus profetas. Solo yo he quedado, y me buscan para quitarme la vida 1 Reyes 19: 9 – 10 No queda duda que el autor de los hebreos, cuando habla de los profetas que se perdieron en los desiertos y se escondieron en las cuevas, se refiere a Elías, pero en los versos 39 y 40 de hebreos 11 el escritor agrega “Y todos estos, aunque aprobados por el buen testimonio de su fe, no recibieron el cumplimiento de la promesa; por que Dios había provisto algo mejor para nosotros, para que ellos no llegaran a la perfección aparte de nosotros” Nadie ha sido perfeccionado, de todos los hombres de carne y sangre, el único que ya goza de la inmortalidad es Jesucristo, y para alcanzar tan altísimo nivel, tuvo que morir y resucitar primero, es que nadie puede entrar a la inmortalidad sin antes pasar por el tremendo Crisol de la muerte y de la resurrección, ni Enoc, ni Elías, ni Moisés, ni María ni ninguno de toda esa Pléyada de grandes hombres y mujeres que han militado en el ejército de Dios gozan de inmortalidad, por que no han pasado aún por el proceso de la resurrección.
Nota Final:
¿Pero por que en la transfiguración aparecen Elías y Moisés? “Seis días después, Jesús llevó consigo a un monte alto, a Pedro, a Santiago y a Juan hermano de Santiago. Y allá se transfiguró ante ellos. Su rostro resplandeció como el sol, y su vestido se volvió blanco como la luz. Y de pronto aparecieron Moisés y Elías que conversaban con él” Mateo 17: 1 – 3 No es que Moisés ya haya resucitado, recuerde que el primero de la resurrección es Cristo, ni que tampoco Elías este ya en la gloria. Lo que los apóstoles presenciaron fue una visión de lo que sucederá en el futuro, pues está escrito “Dios llama a las cosas que no son como si fuesen” Romanos 4:17.
En el verso 9 de mateo 17 dice que “Al descender del monte, Jesús les mandó: No digáis a nadie esta visión, hasta que el hijo del hombre resucite de los muertos” Dios ha hecho mirar a sus profetas por adelantado, a través de visiones, cosas que por el momento no existen pero que si van a suceder. Tenemos el libro del Apocalipsis por ejemplo, se describe que Juan vio los muertos grandes pequeños que estaban de pie ante el trono, y vio que los que no fueron hallados escritos en el libro, los lanzaron al lago de fuego (Apocalipsis 20:11 – 15) El hecho de que Juan los haya visto no quiere decir que ya sucedió, sino que sucederá. Lo mismo sucedió con la visión de la transfiguración, los apóstoles a través de aquella exaltación miraron por adelantado, la instalación del Reino de Dios, y en el Reino si estarán Elías y Moisés, por que para ese tiempo ya se habrá dado la primera resurrección.
Desde luego los judíos pensaban que Elias y Enoc seguían vivos,ellos sabrian mucho mejor que nosotros ahora por qué lo creían .El caso es que por ello escribieron apócrifos como el libro de Enoc y por ello le preguntaron al bautista si era Elias.Lo que ocurre parece ser es que ellos están en algún lugar esperando el fin de los tiempos con una misión y ahí tal vez morirán.Así son las tradiciones judías.
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